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Sustituir al dólar: rublos y pesos en el comercio bilateral

Sustituir al dólar: rublos y pesos en el comercio bilateral

El próximo año la balanza comercial ruso-argentina podría crecer desde los 1.900 millones de dólares del 2013 hasta alcanzar los 2.500-3.000 millones, según explica Serguéi Dánkvert, copresidente de la Comisión Intergubernamental Ruso-Argentina para la Cooperación Económico-Comercial y director del Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario. 

Esta declaración se realizó tras finalizar el undécimo encuentro de la comisión, celebrado en Moscú bajo unas condiciones complicadas para ambos países: la Argentina ha sufrido un default técnico, mientras que Rusia ha cerrado su mercado a los víveres procedentes de EE UU y la Unión Europea debido a las sanciones impuestas por estos países.

Al mismo tiempo, hace una semana el gabinete de prensa del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia difundió un comunicado con los resultados de las negociaciones bilaterales llevadas a cabo entre el vicedirector Alexéi Likhachov y Carlos Bianco, secretario de relaciones internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina.

La parte argentina expresó su interés en el uso de divisas nacionales para los pagos recíprocos de productos alimentarios. Con el objetivo de seguir avanzando en el desarrollo de proyectos de cooperación bilateral, las partes han acordado elaborar próximamente un Plan de Actuación Conjunta.

Además de la Argentina, los bancos chinos y turcos han mostrado su conformidad con el uso de divisas nacionales para las transacciones comerciales.

Según el analista financiero de Lionstone Investment Services, Serguéi Yeriómenko, Rusia y la Argentina están interesados en buscar una alternativa para las transacciones de sus productos debido a la coyuntura internacional. También existe el riesgo de que se aplique un embargo a los pagos realizados a la Argentina, en el caso de que estos pasen por bancos norteamericanos.

Vitali Derbedénev, director general de la empresa FOC, considera que, desde el punto de vista técnico, es perfectamente posible pasar a un régimen de pagos en divisas nacionales en los próximos meses. Simplemente se tendrá que decidir a través de qué bancos (rusos y argentinos) se llevarán a cabo las operaciones y, a continuación, deberían abrirse cuentas en las divisas nacionales.

“La conversión del peso argentino al rublo y viceversa dará problemas al principio. Pero se trata de problemas que pueden resolver en parte por sí solos y en parte con ayuda de la conversión de los ingresos a través del dólar estadounidense. Al aumentar el volumen de pagos recíprocos, se podrán organizar transacciones rublo-peso en las bolsas rusa y argentina”, declaró.

Sin embargo, el experto asegura que, puesto que el volumen de negocio entre la Argentina y Rusia de momento no es muy elevado, la efectividad económica de las transacciones directas solo será relevante a largo plazo.

Por otra parte, según el director general de la agencia de calificación Rus-Rating, Alexander Ovchínnikov, la complicada situación económica que vive Argentina le está empujando a buscar soluciones alternativas en las operaciones comerciales y ya se han sentado las bases para ello. Una serie de bancos rusos han firmado varios acuerdos de cooperación con el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), el mayor banco estatal del país latinoamericano.

“A pesar de esto, desde el punto de vista técnico, de momento es complicado traspasar todos los pagos a la moneda nacional sin que ambas partes sufran pérdidas. Es necesario afianzar un sistema de cobertura de riesgos de divisa (acuerdos de swap de divisas), determinar el funcionamiento de los tipos de cambio en las transacciones, etc. No obstante, con deseo y voluntad política todo es posible”, señaló el analista.

Objetivo: aumentar los pedidos

Rusia cree que se podría aumentar la importación de víveres procedentes de la Argentina, pasando de los actuales 300 millones de dólares hasta alcanzar un mínimo de 500. Ya antes del embargo aplicado a los productos alimenticios de Occidente, Argentina comenzó a diversificar sus exportaciones agroalimentarias a Rusia. En concreto, aumentó el suministro de marisco y pescado, así como el queso y la mantequilla.

“Nuestra intención es aumentar los pedidos, principalmente de productos lácteos y quesos”, anunció Seguéi Dánkvert, señalando que los gustos de Rusia y la Argentina en este sector se asemejan bastante.

El encuentro de la Comisión Intergubernamental no se ha limitado al comercio agrario. Según explicó tras la reunión con el secretario Carlos Bianco, la colaboración entre los dos países se extiende a un amplio número de proyectos. “Por ejemplo, Silovye Mashiny suministrará turbinas a la Argentina; Rosatom posiblemente construirá una planta nuclear; Inter RAO ha ganado una licitación para la construcción de una presa junto con una corporación americana”. No obstante, según asegura la empresa Inter RAO, se trata de una licitación pendiente de resolución en la que el holding energético ruso participa en asociación con una empresa latinoamericana.

Por su parte, el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia ha recibido ya la lista de nuevas empresas que están dispuestas a aumentar la oferta y ahora se dispone a organizar una inspección de acuerdo a la legislación de la Unión Aduanera, de la que Rusia forma parte junto con Kazajistán y Bielorrusia.